Para poder ser parte de un club social se necesita una membresía y en algunos casos pagar una cuota que te permita disfrutar de los eventos del club.

Dios es totalmente diferente, él no hace acepción de personas. Hechos 10:34 “Entonces Pedro abriendo su boca dijo: en verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas.” La iglesia ¡No es un club social! No necesitas membresía o cancelar cierta cantidad de dinero para ser un cristiano. Dios es paciente con nosotros, él no quiere que nadie se pierda (2 Pedro 3:9).

Muchas veces cometemos el error de imponer reglas para ser “salvos” cuando Jesús ya pago todos nuestros pecados en la cruz del calvario. Él te dice hoy: ¡Vení tal como sos! No dudes de tu condición, porque si realmente eso fuera importante ninguno podría ser salvo. Solo por medio de Jesús puedes dejar todo lo malo que tenés. Recibe a Jesucristo en tu corazón y el cambiara tu vida.

Recuerda: la iglesia no es un museo de santos, es un hospital de pecadores.