¿QUIEN ES JESUS?
“Jesús es el niño nacido en medio de la indigencia, el bebé forajido, el extranjero refugiado, el artesano de las clases bajas, el rabí de los despreciados y los marginados. El compañero de los crucificados, el amigo de las mujeres que trabajan en el comercio sexual, el médico que toca a los leprosos, el EMMANUEL, Dios con nosotros; sobre todo para aquellos que como Él no venimos de las mejores familias, que cargamos en el seno de nuestro hogar con la cruz del dolor, las mentiras, las muertes y los fracasos.”
–Ulises Oyarzun.
A lo largo de la historia han existido muchos tipos de “Jesús”, y no significa que Él sea multiforme o camaleón, sino que el ser humano se ha inventado muchos. Pero Jesús hay solo uno, el Dios encarnado, que decidió salir de su trono para nacer aquí en la tierra y hacerse igual a nosotros. No vino a nacer en una familia poderosa o en la realiza de aquel entonces, vino a una familia pobre y que según Mateo la genealogía era un desastre; se menciona a una tatarabuela que se vistió de prostituta para engañar a el suegro y tener un hijo con él, otra que a diferencia de la primera no se vestía de prostituta, sino que ejercía el comercio sexual, un tatarabuelo que codiciando a la mujer de otro consuma el acto fatal teniendo relaciones con ella y asesinando a su marido. *UN DESASTRE*
Ahora, ¿por qué te cuento esto? Para que veamos que Jesús teniéndolo todo no le importo y lo dejo para rescatarnos. Entonces ¿¿porque nosotros buscamos títulos y posiciones en las “Iglesias”?? Jesús nos enseñó a amar y nosotros no amamos. El Jesús yo conozco de la Biblia nos invita a perdonar, a estrechar la mano, a mirar con compasión a los necesitados y hacer algo por ayudarlos; no a pelear por privilegios, porque no necesitamos de estos para servir.
No sé a qué Jesús conoces vos, pero yo ya te conté al que yo conozco. Dejemos de decir amén en las iglesias y amémonos unos a otros.
“Al igual que un día se apareció a orillas del lago ante las gentes de Galilea, que no sabían quién era, Jesús vuelve a presentarse hoy ante los hombres de nuestra época como un desconocido sin nombre. A estos vuelve a decirles lo que les dijo a aquellos: ¡Tú sígueme! Y les propone las tareas que Él tiene que realizar en nuestro tiempo. Jesús ordena. A quienes le obedezcan, sean sabios o no, se les revelará en la experiencia de paz, de acción, de luchas y de sufrimientos, consecuencias de la comunión con Él.”
–Albert Schweitzer.
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