DETRÁS DEL TELÓN
PARTE II
En una obra muchas veces se cierra el telón para realizar cambios de escena o de trajes en los actores. Los cambios en nuestras vidas deben ocurrir de la misma manera, debemos acércanos a Dios en intimidad, ese lugar privado donde podemos dejar de fingir y ser tal y como somos.
Al bajar el telón en nuestra vida, por muy buena que estuviera nuestra actuación, no debemos aferrarnos, sino seguir preparándonos para nuestra siguiente función. Puede que muchas veces veamos a otras personas entrar en escena, pero no nos desesperemos porque pronto llegará nuestro momento, recuerda que todos tenemos diferentes guiones.
Otra parte importante en la obra de nuestra vida es recordar que siempre necesitaremos de las demás personas, el telón no lo bajan los actores sino otras personas encargadas específicamente para eso. Así que seamos humildes y aceptemos la ayuda de los demás, aprendamos de ellos y seamos disciplinados.
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Cuando estás dando la función de tu vida, ya sea en tu trabajo, escuela o iglesia, no faltarán los aplausos que nos motivarán a seguir, pero también estarán esos abucheos en ocasiones nos afectan pero que debemos aprender de ellos. Y si al dar esa gran función nadie te está viendo, recuerda que todo comienzo es así, todo es cuestión de esperar el tiempo necesario para poder ver el fruto de lo que se ha sembrado.
CONSEJO: No le pongas importancia a lo exterior, enfocate en tu guion. Trabaja duro para cuando te toque actuar en esta vida lo hagas excelente, y no vivamos del “YoYo”: Yo lo puedo todo, yo soy mejor que otros… porque eso nos impedira crecer, recordemos que somos seres sociales y siempre necesitamos la ayuda de las demas personas.