MANTEN EL RUMBO

MANTÉN EL RUMBO

A mi me gusta mucho contar los días;  cuento los dias para saber cuánto tiempo me falta para salir de vacaciones y cuando estoy en vacaciones cuento los dias para saber cuando regresó a trabajar. En fin, cuento los días para todo lo que me sea posible, de esta manera puedo llevar cierto control sobre el progreso de las metas que me pude proponer a principios de año.

Comienza un nuevo año y la mayoría de nosotros nos ponemos metas a corto, mediano y largo plazo a fin de cumplir nuestro propósito. El problema es que muchas veces llegan fin de año y no hemos logrado nada, esto suele suceder porque nos estancamos, nos desenfocamos y perdimos el rumbo o porque nos pusimos muchas metas y poco realistas.

No mantenernos enfocados en algo hace que perdamos demasiado tiempo, mantener el rumbo no significa: Yo hago para Dios todo lo que me venga para hacer; significa de todo lo que Dios me da la oportunidad de hacer cual es mi llamado o propósito, porque si salimos a perseguir a dos conejos al mismo tiempo ambos se nos van a escapar.

Debemos enfocar nuestras fuerzas en eso que somos buenos: nuestros dones o talentos; debemos prepararnos, estudiar y realizar una buena planificación.

“»Supongamos que alguno de ustedes quiere construir una torre. ¿Acaso no se sienta primero a calcular el costo, para ver si tiene suficiente dinero para terminarla? Si echa los cimientos y no puede terminarla, todos los que la vean comenzarán a burlarse de él, y dirán: “Este hombre ya no pudo terminar lo que comenzó a construir”. »O supongamos que un rey está a punto de ir a la guerra contra otro rey. ¿Acaso no se sienta primero a calcular si con diez mil hombres puede enfrentarse al que viene contra él con veinte mil? Si no puede, enviará una delegación mientras el otro está todavía lejos, para pedir condiciones de paz.” ‭‭Lucas‬ ‭14:28-32‬ ‭NVI‬‬

Una buena planificación nos evitará la desfocalización provocada por las distracciones. Nuestro cerebro responde a las distracciones por muy pequeñas que sean y eso aumenta la cantidad de tiempo para terminar una tarea.

Prepararnos y estudiar es algo que parece que al llegar a ser cristianos lo hemos olvidado, pensamos que el Espíritu Santo nos capacitará de manera mágica o como me decía un compañero estudiante: no estudie pero ya ore y se que Dios me ayudará. Dejame decirte que Dios no hace trampa. Nosotros debemos siempre dar nuestro mejor cordero, debemos trabajar con excelencia en todo lo que hagamos.

No esperemos a tener “nuestro momento” o todos los recursos necesarios para hacer las cosas bien, trabajamos con excelencia HOY. Dios premia la pasión.

No nos conformemos. Dios le preguntó a Moisés: ¿Que tienes en la mano? Hagámonos esa misma pregunta y enfoquémonos en eso.

¿Que talento tienes? ¿Para que sos bueno? ¿Donde trabajas? Hagamos lo que hagamos no perdamos el rumbo.

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