DRAPETOMANIA
Drapetomania era una supuesta enfermedad mental que padecían los esclavos de siglo XIX. El diagnóstico lo realizo el medico Samuel A. Cartwright; la enfermedad consistía en mostrar “ansias de libertad”, pero fue desmentida como Pseudociencia (falsa ciencia). Ahora, no importa si esa enfermedad fue real o solo una teoría, quiero enfocarme en la palabra: “ansias de libertad”.Desde siempre hemos luchado por ser libres; la mayoría de países latinoamericanos celebramos una fecha de independencia. La independencia se distingue por la libertad. Los esclavos no tenían voluntad propia, estaban literalmente bajo el poder de sus amos, como cristianos el pecado nos niega esa libertad,
“Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.” San Juan 8:34
La Biblia nos dice que todos hemos pecado (Romanos 3:23) lo que nos hace esclavos y nos priva de la gloria de Dios, entonces ¿Qué hacemos para ser libres? Pues como en Mario Bros se deben superar una cantidad de niveles para poder liberar a la princesa, Jesús decidió emprender una travesía para hacer libre a su princesa, la iglesia, el sin duda alguna dejo su trono para entregar su vida a favor de nosotros, y así darnos una salida hacia la libertad (Colosenses 1:13-14).
La decisión es nuestra, si tomamos la llave 🔑 y escogemos ser libres en Cristo Jesús, o escogemos seguir pecando y mantenernos esclavos. Una vez que venimos a Cristo dejamos de ser esclavos por el poder de su Espíritu Santo.
“Ustedes fueron comprados por un precio; no se vuelvan esclavos de nadie.” 1 Corintios 7:23
Regresando a la Drapetomania, el mismo medico se dio cuenta que cuando los esclavos por fin eran libres, entraban a otra enfermedad mental llama “dysaethesia aethiopica”, lo se, es complicado mencionar esa palabra pero su significado es más fácil, era conocida como la pereza de los esclavos; y resulta que estando libres no quería hacer nada. ¡Se aprovechaban de su libertad!
Pablo nos aconseja a no aprovecharnos de la libertad en Cristo para seguir pecando. Todos pecamos, de eso nadie se encuentra libre, pero hay una gran diferencia en pecar y perseverar para ser mejores; con pecar y que nos guste hacerlo, aprovechándonos de la gracia.
“Les hablo así, hermanos, porque ustedes han sido llamados a ser libres; pero no se valgan de esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones. Más bien sírvanse unos a otros con amor.” Gálatas 5:13
¡Somos libres! Dejemos el viejo hombre, que fue crucificado juntamente con Cristo, y vivamos una vida entregada a Él; no olvidemos que solamente por su poder es que somos capaces de resistir el pecado.