MONTAÑA TRAS MONTAÑA
Es genial cuando trabajas mucho por alcanzar ese sueño que has tenido toda la vida y al final logras alcanzarlo: Graduarte de la Universidad después de tantos años de esfuerzo y desvelos, conseguir ese ascenso por el que has luchado tanto tiempo o publicar ese libro que llevabas escribiendo desde muy joven. Llegar a la cima se siente tan bien; niéguenmelo!!
Ese momento épico hay que disfrutarlo y compartirlo, pero sobre todo agradecer a Dios por la oportunidad que nos dio de alcanzar nuestra meta. Pero ahora que alcanzamos lo que queríamos, ¿que toca? TOCA proponerse escalar otra montaña más.
Las personas que se dedican al montañismo (deporte que consisten en conquistar la cima de los diferentes montes) después de llegar a lo más alto de la montaña, no se quedan allí, sino que se ponen como meta alcanzar otra más alta o más peligrosa, ya que aman ese deporte. Nosotros debemos ser montañistas en la vida, no debemos quedarnos solo con un sueño cumplido, porque si no eso mismo que nos motivó a perseverar no servirá como obstáculo para seguir creciendo.
No dejes que el éxito alcanzado te lleve a una zona de comodidad, porque con el tiempo esa montaña que escalaste será demasiado pequeña. Al estancarnos dejamos de seguir aprendiendo e incluso nos lleva perder oportunidades maravillosas. Si ya cumpliste eso que tanto querías, trázate nuevos objetivos y no tengas miedo a asumir nuevos riesgos. La vida esta en constante movimiento, no te quedes atrás.
